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  Violencia en el deporte

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  UN "PARTIDO" DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA

Segun OLE. Cercano Oeste. El partido estuvo al borde de la suspensión. La Policía tiró gases para reprimir una pelea entre hinchas de River. Hubo goleada. Pero antes, el partido estuvo al borde de la suspensión. Que malos entendidos entre los clubes, que enfrentamientos entre barras de River y la Policía, la fiesta se transformó en una película de terror.

El primer escándalo se produjo a las tres de la tarde, cuando los utileros de River se dirigieron al vestuario visitante de la cancha de Ferro y se encontraron con que sus pares de Chacarita ya lo habían ocupado. Diplomáticos, los empleados de River entendieron la confusión y se fueron con sus cosas para el otro camarín. Pero a los 15 minutos, el desencuentro se convirtió en una comedia: Armando Capriotti, vice de Chacarita, apareció junto a Chiche Sosa por el vestuario de River y pidió otro cambio. Como Ramón Díaz no quiso, el dirigente amenazó: "O se cambian o los saco con la fuerza pública". Al final, don Armando cedió. Pero...

El pase de facturas no tardó en llegar. No bien los jugadores de River se asomaron por la manga que usa siempre el equipo local, el Pelado se hizo el desentendido y se dirigió hacia el banco de suplentes visitante, bastante alejado de los plateístas de Chacarita, quienes se habían ubicado detrás del otro banco para insultarlo. ¿Qué pasó? A los dos minutos salió el equipo de Sosa, y otra vez lío: "Decile a Ruscio que si River usa el vestuario local, que haga lo mismo con el banco", le exigió el profesor Ricardo de Santis al cuarto árbitro. ¿Resultado? Rus cio aceptó el pedido y obligó el cambio. Fue como darle de comer a los leones: los plateístas funebreros recibieron al DT con insultos y escupidas. Incluso, uno le tiró agua. "Pará, hermanito", le suplicó el Pelado. En las populares aún reinaba la calma.

Guerra. La fiesta se terminó de arruinar a las 17.25, cuando se produjo la primera corrida en la tribuna visitante, ocupada por Los Borrachos del Tablón: un grupo de barrabravas salió disparado desde la cabecera que daba a la calle Martín de Gainza en dirección al sector popular ubicado sobre la avenida Avellaneda. Enfurecido, el malón se detuvo debajo de la tribuna y se trenzó en un pelea interna en la zona de los baños. A pesar de la intervención de la Policía, la batalla no se detuvo y el efecto de los gases lacrimógenos alcanzó a los jugadores. ¿Y los hinchas de Chacarita? Tampoco se quedaron en el molde, al punto que hubo quienes se cruzaron a la tribuna de River y se metieron en la pelea ajena. Otros se quedaron en el intento. Iban apenas 15 minutos del primer tiempo cuando Ruscio paró el partido. Con náuseas y lágrimas, los jugadores de ambos equipos empezaron a ser atendidos por los médicos y se retiraron de la cancha. El regreso se produjo 20 minutos más tarde, con DAlessandro, Maxi López con bolsas de hielo sobre los ojos.

"Cuando se armó el lío, hubo hinchas de River que se quisieron meter en las boleterías para robarnos la recaudación", denunció Capriotti. Fuentes policiales dijeron que el conflicto se originó por un supuesto enfrentamiento entre fracciones Aguilaristas y Santillistas. El comisario Alberto Díaz, jefe del operativo, informó que el escándalo terminó con "seis detenidos y cuatro policías internados en el hospital Churruca".
Segun CLARIN. CHOQUES ENTRE HINCHAS DE RIVER Y LA POLICIA: EL PARTIDO SE PARO 20 MINUTOS
La violencia nunca descansa. Fueron veinte minutos de terror. De disparos de bala de goma que tronaban bajo la cabecera visitante, de peleas cuerpo a cuerpo, de corridas y pánico. Una supuesta disputa entre dos grupos que respondían a los candidatos a presidente de River se trenzaron debajo de los tablones de Ferro. Pero el remedio fue peor que la enfermedad. La intervención policial con balas de gomas y gases exaltó a los violentos y desató la desesperación de la gente. Para colmo, por efecto del viento, los gases lacrimógenos afectaron a todos. Incluso a los jugadores. El saldo de una tarde violenta fueron 4 detenidos y 5 efectivos de seguridad con heridas leves.

Ni se habían jugado diez minutos del partido cuando comenzaron la corridas en la tribuna visitante. Los curiosos se asomaban entre los tablones para observar lo que sucedía. Y los violentos, que corrían desde la cabecera hacia ese pasillo, se abrían paso a los empujones. Los vecinos del estadio, que seguían el partido desde los balcones de los edificios cercanos, no miraban ni los lujos de D''Alessandro ni los esfuerzos de Vivaldo por aguantar la goleada. Todos fijaban la vista en ese delgado pasillo que se transformó en un infierno.

Gobernaba la confusión. Los de Chacarita creían que los de River iban a buscarlos. Entonces, trepaban al alambrado que dividía los sectores para encontrarse con los visitantes. La Policía pudo contenerlos. Lo que no pudo detener fue la barbarie que se desató en el baño de la tribuna que da a la calle Martín de Gainza, muy cerca de la puerta 13. Dos grupos, que según una fuente policial estaban identificados con los candidatos a presidente de River José María Aguilar y Hugo Santilli, se trenzaron en una violenta batahola.

De inmediato intervino el grupo de policías que efectuaban, a metros de allí, el cacheo de los hinchas. "El personal quiso disuadir a los violentos, pero no lo consiguió. Al contrario. Los efectivos policiales eran agredidos. Y tuvieron que recurrir a los gases que, desgraciadamente traspasaron los tablones y se esparcieron por las tribunas. Descarto que el choque haya sido con gente de Racing", dijo el comisario Alberto Díaz, encargado del operativo.

Los testigos disienten con Díaz. Se observó con claridad cuatro bombas de gases lacrimógeno volando desde la calle hacia la cabecera visitante. Fue un caos. La gente corría desesperada, las avalanchas se su cedían mientras los hinchas se apiñaban contra el alambrado. Algunos se tiraron al campo. A uno de ellos, lo atrapó un perro policía y casi lo deja sin pantalones.

Ya nadie miraba el partido. El gas atravesó toda la cancha y afectó al sector de plateas y el campo de juego. El árbitro Roberto Ruscio no tardó en parar el encuentro. Veinte minutos después, se reanudó. Los jugadores ya se habían refrescado porque ellos también fueron víctimas de la humareda lacrimógena. Mucha gente de River, horrorizada, ya se había ido a su casa. En el segundo tiempo hubo más peleas en esa zona, pero con menor repercusión.

El parte de la Policía Federal informa que cinco efectivos sufrieron heridas leves. Todos fueron tratados en el hospital Churruca. Cuatro tuvieron politraumatismos y uno, fractura en una mano

Segun LANACION. Gases, corridas y heridos
Luego del primer gol de River, en la popular visitante se produjeron corridas e incidentes que se prolongaron por 19 minutos y que obligaron a una suspensión momentánea del encuentro.

El problema se originó cuando dos grupos de la hinchada de River se pelearon por cuestiones políticas (las elecciones se harán el 8 del mes próximo) y se habrían intentado robar algunas banderas. También hubo un rumor: que un grupo de la barra brava de River quiso robar la recaudación del partido.

Mientras los revoltosos se enfrentaban con los uniformados en la esquina de Avellaneda y Martín de Gainza, la policía arrojó gases lacrimógenos desde la calle hacia las tribunas; enseguida, el viento llevó el gas hacia el campo de juego, lo que obligó a una interrupción por 19 minutos. Después de los incidentes, muchos hinchas se retiraron y no regresaron al estadio. Otros, que quisieron reingresar, no pudieron hacerlo porque la policía se los impidió.

Como consecuencia de los incidentes, en Avellaneda y De Gainza, tres ambulancias atendieron a los heridos, todos con lesiones leves. Entre ellos, hubo diez hinchas que no fueron internados y cuatro uniformados que fueron trasladados al hospital Churruca; uno de ellos con una fractura en la muñeca derecha, otro con un corte en el cuello, y dos contusos. En el enfrentamiento se produjeron cuatro detenciones.

Al término del partido, el jefe del operativo policial, el comisario Alberto Díaz, de la Seccional 13ª, manifestó: "La policía intentó disuadir las agresiones que se estaban propinando entre los propios hinchas de River. Eran dos barras. El personal policial también fue agredido. Como no cesaban en su actitud, lanzamos los gases. Lamentablemente, pasaron por los tablones de la tribuna y se expandieron en la cancha".


LOS GASES AFECTAN TODA LA TRIBUNA DE RIVER. AFECTANDO TANTO A LOS HINCHAS COMO A LOS JUGADORES. MUCHA GENTE TUVO QUE SER ATENDIDA. EL ENCUENTRO ESTUVO DETENIDO 20 MINUTOS HASTA QUE LOS EFECTOS DE LOS GASES Y LA SEGURIDAD FUE REESTABLECIDA NUEVAMENTE.

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